Internet puede ser un excelente herramienta a través de la cual nuestros hijos pueden aprender, encontrar, conocer, avanzar… pero también es un lugar no exento de peligros, donde un niño sin atención o vigilancia está expuesto tanto a contenidos no aptos para él como al acoso de personas malintencionadas.
Seamos sinceros, quién no ha dejado al niño con la tablet o el smartphone porque tenía que tender la ropa, preparar la cena o hacer una llamada. Normalmente no ocurre nada, el niño ve los dibujos que hemos seleccionado, juega con una aplicación que conocemos o escucha canciones infantiles. Y es que en Internet existen multitud de recursos muy útiles para los niños que les ayudan con su aprendizaje y les estimulan:Pero, ¿qué ocurre si durante una distracción nuestra los niños salen de las páginas o juegos que les hemos puesto?
- Los niños tienen un acceso muy fácil a sitios que no son apropiados para ellos ya sea por violentos, pornográficos o simplemente que contienen información que no son capaces de asimilar.
- Accederán a ese tipo de anuncios llamativos y engañosos que bombardean algunas páginas.
- Pueden intentar inscribirse en concursos o páginas donde piden datos personales.
- Por curiosidad o porque lo han escuchado a niños mayores podrían ingresar en redes sociales o lugares de contactos en línea donde se exponen a los peligros de contactar con desconocidos.
¿Cómo evitar todos estos peligros? La principal manera es limitar su uso, los niños como prioridad deben desarrollar destrezas sociales, realizar un deporte, jugar y divertirse con otros niños. No es necesario que el niño crezca con una tablet entre las manos.
Sin embargo, para aquellos momentos en los que sea positivo que utilicen una tablet o smartphone debemos aplicar los filtros parentales y siempre intentar estar con ellos durante la navegación. Y es que, los padres somos responsables del tiempo que invierten nuestros hijos en Internet.